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Descripción:

La arúgula consiste de hojas verdes de color vibrante con tallos claros de color verde crema. Las hojas jóvenes son puntiagudas pero las añejas son un poco más redondeadas y contienen más sabor. Cuando están maduras adquieren un sabor más picante con algunos toques de nuez y mostaza. El sabor picante se debe al alto contenido de componentes con sulfuro.

Estacionalidad:

Actualmente la arúgula se puede encontrar todo el año, gracias a los invernaderos. Sin embargo, el mejor sabor es viene de plantas que crecen rápidamente en climas templados y es mejor cosechada cuando es tierna. Por lo mismo es mejor cultivarla el inicio de la primavera y al inicio del otoño.

La arúgula se propaga en climas moderados a frescos, ya que demasiado calor hará que crezcan demasiado rápido y se vuelvan excesivamente picantes y amargas. Pueden cosecharse tanto en tierras áridas como húmedas, pero su aroma y sabor las hace particularmente resistentes a las plagas.

Origen / Variedad:

Esta planta nativa del mediterráneo es conocida tanto por sus flores como por sus hojas. Históricamente ha sido muy popular en la cocina de Italia, Marruecos, Portugal y Turquía. La arúgula se introdujo a américa gracias a los colonos británicos, aunque no fue hasta los 1900 que se comenzó a utilizar como un ingrediente común en las recetas actuales.

Se menciona la arúgula en varios textos antiguos, incluyendo la biblia y otros textos judíos que se remontan al primer siglo, donde su uso se destaca tanto culinaria como medicamente. En la antigua Roma y Egipto, su uso era asociado a propiedades afrodisíacas. En India la planta se usa como verdura, pero las semillas se usan para producir un aceite llamado taramira que se utiliza en medicina y estética.

Almacenar:

Envuelve las hojas de arúgula lavadas en un poco de toallas de papel ligeramente humidificadas. Guárdalas en bolsas de plástico, dentro del refrigerador, durante un máximo de 2 días.

Cocinar / Preparar:

En la cocina moderna el arúgula se utiliza como hierbas, hojas para ensaladas e incluso en preparaciones cocidas, por lo que es un ingrediente altamente versátil. Se puede consumir tanto crudo como cocido, aunque la cocción disminuirá el picante del sabor. Es delicioso en ensaladas, pestos y otras salsas crudas. Es perfecto como una cama para acompañar pescados o carnes asadas, en lugar de lechugas para sándwiches o en lugar de espinacas en omelettes y quiches. El sabor picante del arúgula combina bien con cítricos, betabeles, peras, piñones, aceitunas, jitomates y otras verduras agridulces. También combina muy bien con queso de cabra, queso azul, parmesano y otros quesos más añejados.

Beneficios:

Estás hojas proveen vitamina A, vitamina C, vitamina K, calcio, magnesio, riboflavina, cobre, hierro, zinc, y potasio. Las vegetales crucíferas, como la arúgula, también son ricos en fitoquímicos antioxidantes y ricos en compuestos que contienen azufre conocidos como glucosinolatos que han demostrado tener propiedades desintoxicantes y pueden ser beneficiosos en la prevención de ciertos tipos de cáncer.

Otros Idiomas / Nombres:                       

Sinónimos: rúcula, rúgula